Hoy me pregunto si me animaba a hacerle un piercing. La semana pasada a la hora del te, solo por diversión, tomaba de una tacita en miniatura. Hace unos días me dijo horrorizada que no iba a poder sonreírme para las fotos porque se le había salido un bracket, y le daba vergüenza que se le viera la sonrisa desprolija. Le indigna que sus amigas prefieran sentarse a usar el celular, en vez de salir a jugar o a andar en bici.
Por momentos chica para hacer algunas cosas, y grande para hacer otras. Ni ella entiende mucho lo que le esta pasando. Todavía tiene esa cosa de niña, del juego, de la risa fácil, de lo inocente, hasta que se cruza con alguien de su edad que encara estos treces años "de manera mas madura" y se empieza a cuestionar un montón de cosas, y sale su lado mas rebelde, donde cree que lo que esta bien es aparentar ser mas grande, que ya tiene la edad suficiente para salir sola a la calle por horas con sus amigas a pasear. Lo único de lo que todos los adultos que la rodeamos estamos seguros, es que tiene mucha energía, pareciera estar enchufada a 220 permanentemente, no se cansa, siempre quiere hacer, siempre quiere mas, y espero que esta no se le agote nunca. Ella trabajo a la par mía con estas fotos, va, viene, busca luces, busca espejos, se trepa a los muebles para que le la suficientemente luz y yo la pueda capturar con la mejor calidad posible. Es todo lo que esta bien y mas.
Referencias.
Planta de luces y backstage.